Todo sobre las Venas Varices En Los Pies En El Embarazo.



¿Qué son las Venas várices o Varicosas?

Las várices son venas dilatadas que pueden verse cerca de la superficie de la piel, y que a veces se ven retorcidas, azules o moradas. Aparecen con más frecuencia en las piernas, aunque también pueden salir en la vulva o en cualquier otra parte. (De hecho, las hemorroides no son otra cosa que várices en la zona rectal.) 

Hay várices que no molestan en absoluto u ocasionan sólo leves molestias, pero también pueden hacer que sientas pesadez o dolor en las piernas. La piel alrededor de una variz puede también picar, doler o arder. Los síntomas tienden a empeorar al final del día, especialmente si pasas mucho tiempo de pie. 


A muchas mujeres les aparecen las várices por primera vez durante el embarazo o descubren que empeoran durante estos meses de espera. A medida que el útero crece, ejerce presión sobre la vena grande del lado derecho del cuerpo (la vena cava inferior), lo cual a su vez aumenta la presión sobre las venas de las piernas. Estas venas regresan la sangre desde las piernas hacia el corazón, de modo que, ya de por sí, la sangre circula en sentido contrario a la gravedad. 

La cantidad de sangre del cuerpo aumenta cuando estás embarazada, lo cual agrega carga a tus venas. Además, los niveles de progesterona suben, lo que hace que las paredes de los vasos sanguíneos se relajen. 

Hay mayor probabilidad de que te salgan várices si ya hay antecedentes en otros miembros de tu familia. Son mucho más comunes en las mujeres que en los hombres y, si ya las tienes, tienden a empeorar con cada embarazo sucesivo y con el correr de los años. Asimismo, estarás más predispuesta a las várices si tienes sobrepeso, esperas gemelos o más bebés, o permaneces de pie por periodos de tiempo prolongados. 

Lo bueno es que las várices tienden a mejorar después de dar a luz, particularmente si no las tenías antes del embarazo. Y si no se ponen mejor, existen distintas maneras de tratarlas. 

¿Qué puedo hacer para prevenirlas o reducirlas lo más posible?

A continuación te damos algunos consejos: 

• Haz ejercicio todos los días. Aunque sea no más una vuelta a la cuadra a paso rápido, puede mejorar tu circulación. 

• Esfuérzate por permanecer dentro del peso recomendado para la etapa de embarazo en que te encuentras. 

• Levanta los pies y piernas siempre que puedas. Usa una banqueta o una caja para descansar las piernas cuando estés sentada, y mantén los pies levantados sobre una almohada cuando estés acostada. No cruces las piernas o tobillos cuando estés sentada. No permanezcas sentada o parada por periodos de tiempo prolongados sin hacer pausas para moverte un poco. 

• Duerme sobre el lado izquierdo con los pies sobre una almohada. Coloca otra almohada detrás de la espalda para mantenerte inclinada hacia la izquierda. Dado que la vena cava inferior está en el lado derecho, al acostarte sobre el lado izquierdo alivias la vena del peso del útero y así disminuyes la presión sobre las venas de las piernas y pies. 

• Usa pantimedias especiales de soporte: las pantimedias de compresión graduada que se venden con receta médica posibilitan una mejor circulación y están disponibles en tiendas de artículos médicos y en farmacias. Estas medias son el doble de gruesas que las pantimedias comunes. Aprietan más en la zona del tobillo y se van aflojando hacia arriba de la pierna, lo cual facilita el regreso de la sangre hacia el corazón. Como resultado, te ayudan a prevenir la hinchazón y pueden evitar que las várices empeoren. Póntelas por la mañana, antes de levantarte de la cama, para evitar que la sangre se acumule en las piernas, y úsalas durante todo el día. Si bien las medias de soporte pueden ser molestas, especialmente si hace calor, las várices te pueden resultar mucho más incómodas.

¿Las várices pueden ser graves?

Las várices pueden dar comezón o doler, y estéticamente pueden molestarte, pero por lo general son inofensivas a corto plazo. Por eso, si fuese necesario hacer un tratamiento, podrías esperar hasta después del embarazo. Un pequeño porcentaje de personas con várices desarrollan coágulos de sangre en las venas, cerca de la superficie de la piel (una afección que se denomina trombosis venosa superficial). Cuando salen estos tipos de coágulos, la vena puede ponerse dura y parecerse a una cuerda, y el área circundante volverse roja, caliente, sensible o dolorosa. 

Estos coágulos habitualmente no son peligrosos, pero si piensas que tienes uno no dejes de llamar a tu médico. Algunas veces se infecta el área que rodea el coágulo (en cuyo caso es posible que también presentes fiebre o escalofríos) y, en ese caso, tendrás que recibir tratamiento con antibióticos inmediatamente. Llama también en seguida a tu médico si notas que una de tus piernas está muy hinchada o tiene úlceras, o si la piel próxima a las venas cambia de color. 

No hay que confundir la trombosis venosa superficial con una afección grave llamada trombosis venosa profunda (TVP), en la que se forman coágulos en las venas profundas, por lo general en las piernas. El embarazo puede hacerte más propensa a padecer TVP, ya sea que tengas várices o no, pero no es muy común. La probabilidad de que presentes esta afección durante el embarazo o en las semanas posteriores al parto es de una en mil. (Las mujeres con problemas de coagulación sanguínea o que deben hacer reposo prolongado presentan mayor riesgo.) 

Si contraes TVP, puede suceder que no tengas síntomas, o bien que tengas hinchazón repentina y con dolor en el tobillo, pierna y muslo. En ese caso el dolor puede ser mayor si flexionas el pie o permaneces parada, y puede también aparecerte un poco de fiebre. En caso de que notes alguno de estos síntomas, llama inmediatamente a tu médico. 

Si tienes uno de estos coágulos, será necesario que te internen y administren medicación anticoagulante que licúe la sangre. Si el coágulo no se trata debidamente, podría llegar a desprenderse y trasladarse a los pulmones, una afección potencialmente mortal denominada embolia pulmonar. Los síntomas de una embolia pulmonar incluyen: respiración dificultosa o dolorosa, tos (o tos con sangre), sensación de nerviosismo y palpitaciones. Esto síntomas requieren una llamada urgente al 911. 

¿Hay alguna manera de eliminar las várices?

Las várices suelen mejorar durante los tres o cuatro meses posteriores al parto. En estos meses, es aconsejable continuar usando medias de soporte, hacer ejercicio con regularidad, evitar estar parada o sentada durante mucho tiempo, y levantar las piernas siempre que te sea posible.


Pero si las várices no desaparecen y te resulta muy incómodo vivir con ellas, o incluso si te parecen desagradables a la vista, puedes recurrir a distintas opciones de tratamiento. Consulta Aqui los mejores tratamientos Hoy en dia





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Por Favor Agrega Comentarios Constructivos y Relacionados Al Tema De Lo Contrario Serán Eliminados.

Te interesa esto?

TOTAL DE PAGINAS